La entrevista

"Pregunté, y preguntando por mi camino, vi que cada repuesta me alejaba de él, y con el tiempo aprendí a escuchar el silencio de cada respuesta..."

Ella se sentó delante de la cámara, bien aseada, bien vestida, bien amable en el gesto. Las duras horas que hoy mismo ha sufrido en el verterero no han mellado su mirada.

Humos tóxicos, pestilencias, infecciones para sacar adelante una maltrecha vida con apenas seis dólares diarios.

Ella contestó amable y sencilla todo lo que queríamos escuchar.

Al final de la entrevista se desmoronó con la dignidad de una lágrima contenida. Hicimos pasar por su mente todas las desgracias que jamas nos habría contado. Violencia, pobreza, humillación, desesperación, y tanto que nunca seremos capaces de contar.

Que la dignidad de los demas ó la nuestra propia sea capaz de callarnos a nosotros también. Ó tal vez, de contar ese silencio.

"...y una vez que supe escuchar el silencio continué mi camino, más callado, con más necesidad de contar, y mas incapacidad de hacerlo"

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